Aportes de Michael Boyle al Entrenamiento Funcional.

Conoce más sobre quien muchos profesionales consideran el padre del entrenamiento funcional.

Índice de contenidos:

  1. ¿Quién es Michael Boyle?
  2. ¿En qué se basa el método de Mike Boyle?
  3. Claves del entrenamiento funcional según Michael Boyle
  4. Evaluación de la fuerza funcional de Boyle
    a. Evaluación de la fuerza funcional del tren superior
    b. Evaluación de la fuerza funcional del tren inferior

 

  1. ¿Quién es Michael Boyle?

Michael Boyle es uno de los entrenadores más reconocidos a nivel internacional, siendo durante 15 años el entrenador principal de fuerza y acondicionamiento físico de la Universidad de Boston. En 1996, fundó junto a Bob Hanson MBSC (Mike Boyle Strenght & Conditioning) una de las principales empresas de preparación física en Estados Unidos. También fue preparador físico de los Boston Bruins (1991-1999), del equipo olímpico femenino de Hockey sobre hielo de EEUU (Oro en 1998, Plata en 2014 y Oro en 2018) y del equipo de beisbol Boston Red Sox.

Mike es conocido mundialmente como uno de los referentes dentro del campo de la fuerza y la preparación física. Su enfoque sobre el acondicionamiento físico persigue un único objetivo: proporcionar un entrenamiento seguro y efectivo para mejorar el rendimiento de atletas y adultos de cualquier edad y nivel deportivo.

Así mismo, cabe destacar que Boyle es autor de varios libros como Functional Training for Sports (2004), Advances in functional training (2011) y New functional training for sports (2017).

  1. ¿En qué se basa el método de Mike Boyle?

Michael Boyle es considerado por muchos el padre del entrenamiento funcional. En su libro El entrenamiento funcional aplicado a los deportes, Boyle sostiene que la mayoría de deportes tienen más similitudes que diferencias. Acciones como esprintar, golpear, saltar o desplazarse de forma lateral son habilidades necesarias en un gran número de deportes. Por ello, en MBSC, emplean programas de entrenamiento muy parecidos para entrenar tanto a judokas como a jugadores de hockey.

Según Boyle, el entrenamiento funcional emplea muchos conceptos desarrollados por entrenadores de diferentes disciplinas para desarrollar la velocidad, la fuerza y la potencia a fin de mejorar el rendimiento deportivo y disminuir el riesgo de sufrir lesiones.

 Master Funcional

  1. Claves del entrenamiento funcional según Michael Boyle
  • El entrenamiento funcional enseña a los deportistas a utilizar de forma correcta su peso corporal.
  • Este tipo de entrenamiento también incorpora de forma intencionada el equilibrio y la propiocepción a través de ejercicios unilaterales. Añade que limitarse a producir fuerza sobre dos pies es poco funcional debido a que en pocas acciones deportivas el atleta se encuentra en esta situación.
  • El entrenamiento funcional utiliza versiones simples de ejercicios o los propios básicos como las sentadillas, flexiones, zancadas, empujes y tracciones, con el objetivo de generar una progresión de ejercicios que enseñen al deportista cómo manejar correctamente su peso corporal en diversos planos del movimiento.
  • Los programas de entrenamiento funcional entrenan movimientos y no músculos. Además, persiguen alcanzar un equilibrio en la fuerza a la hora de traccionar y empujar, en referencia al tren superior, así como para realizar movimientos que implican en mayor medida la flexo-extensión de cadera y de rodilla, en alusión al tren inferior. Ahora bien, en ciertas situaciones, algunos grupos musculares como los abdominales profundos, abductores de cadera y estabilizadores de la escápula necesitan trabajar de forma analítica para mejorar su función en los movimientos multiarticulares, con lo que podríamos hacer una distinción entre ejercicios funcionales multirarticulares y analíticos.
  • Su enfoque de entrenamiento ”articulación por articulación”, concepto surgido de una conversación con el fisioterapeuta Gray Cook, señala que las articulaciones alternan una función predominantemente movilizadora y estabilizadora a medida que hacemos un análisis ascendente del cuerpo humano. Por esto, su visión del entrenamiento funcional prioriza entrenar la movilidad del tobillo, cadera y columna torácica por un lado, y la estabilidad de la rodilla, la columna lumbar y la articulación glenohumeral por otro.
  • En relación a la estabilidad de la columna lumbar, Boyle considera que los músculos de esta zona, por su diseño, son estabilizadores y no generadores de movimiento. En base a esto, cataloga los ejercicios para el trabajo de la zona media en tres tipos básicos: los ejercicios antiextensión, los antiflexión lateral y los antirrotación.
  • Por último, la mayoría de ejercicios realizados en un programa de entrenamiento funcional no solo han de ser multiarticulares, sino que también deben ser ejecutados de pie, sin olvidar el papel estabilizador de las caderas, la zona media y la cintura escapular.

  1. Evaluación de la fuerza funcional de Boyle

Boyle señala que la fuerza funcional es aquella que el atleta puede utilizar. Para evaluarla, el deportista debe moverse contra una resistencia similar a la que se encuentra en su deporte o en las actividades de la vida cotidiana. Por ello, el peso corporal es el elemento más utilizado para evaluar la fuerza funcional. De hecho, sostiene que un atleta puede ser muy fuerte en un ejercicio como press de banca, pero si no es capaz de realizar ejercicios con su peso corporal como flexiones y dominadas, funcionalmente no será fuerte y correrá un mayor riesgo de sufrir lesiones.

        a. Evaluación de la fuerza funcional del tren superior

Número máximo de dominadas con agarre prono y supino

Según Boyle, los deportistas que no pueden realizar una sola dominada supina no son funcionalmente fuertes y tienen más probabilidades de lesionarse, sobretodo en el hombro.

Para realizar correctamente esta prueba, el deportista debe estirar completamente los codos y abducir las escápulas, contando como válida cada repetición en la que la barbilla supera la barra.

Número máximo de repeticiones de remo invertido en suspensión

Esta prueba determina la fuerza funcional de los músculos implicados en los movimientos de tracción, en especial de los que abducen las escápulas. Si un deportista no es capaz de realizar el remo en suspensión, le falta fuerza en los músculos de la parte superior de la espalda y, por ende, será más propenso a sufrir problemas en el manguito de los rotadores del hombro.

Para ejecutar la prueba, el deportista ha de colocar los pies sobre un banco o cajón pliométrico y agarrarse de unas asas o anillas con las que realizar el movimiento opuesto a un press de banca, asegurándose de que los codos se extienden por completo y el cuerpo se mantiene alineado en cada repetición.

Número máximo de flexiones de brazos

Esta prueba evalúa la fuerza de los músculos que realizan un empuje horizontal y los estabilizadores de la zona media.

Para llevarla a cabo de forma satisfactoria, en cada repetición, el pecho del deportista debe hacer contacto con una goma espuma de 5 cm de grosor situada debajo de este, manteniendo el torso estático y la cabeza alineada en todo momento. Además, para facilitar la cuenta, se recomienda utilizar un metrónomo con un ritmo de 50 señales por minuto que marcará cada tiempo de subida y de bajada.

        b.  Evaluación de la fuerza funcional del tren inferior

Sentadilla búlgara o sentadilla Split con el pie trasero elevado

Esta prueba, aunque no les parece perfecta, permite evaluar la fuerza del tren inferior y calibrar los progresos con una mayor seguridad en comparación con una sentadilla trasera, sobre todo si hablamos de obtener el 1RM. Además, muchos profesionales consideran que la sentadilla bipodal proviene del futbol americano y, por tanto, la fuerza producida en ella no guarda relación con la fuerza funcional del tren inferior requerida en otros deportes.

Para realizar esta prueba, el deportista ha de colocar el pie atrasado sobre un soporte específico, seleccionar una carga estimada para realizar 5 repeticiones máximas (dos mancuernas o kettlebells) y realizar repeticiones hasta que no pueda ejecutar el ejercicio con la técnica perfecta.

Otra posibilidad es realizar una sentadilla monopodal, es decir, a una sola pierna y con la atrasada sin hacer contacto en el suelo. De hecho, según Boyle, los deportistas funcionalmente fuertes son capaces de realizar 5 sentadillas monopodales con mancuernas de 2,5 kg.

Salto vertical bipodal

Utilizar el salto vertical a dos piernas es una forma sencilla de evaluar la potencia de las piernas. Para ello se utilizan dispositivos como una plataforma de salto (Just Jump System) o Vertec. El primero de ellos mide el tiempo en el aire y lo convierte en pulgadas mientras que el segundo mide tanto la altura del salto como la del alcance de las manos.

Para realizar la prueba con una plataforma de salto, el atleta debe saltar y aterrizar sobre el mismo sitio, cayendo primero con la punta del pie, sin levantar ni doblar las rodillas.

 

Bibliografía:
https://www.bodybyboyle.com/about-us/history
El entrenamiento funcional aplicado a los deportes (2014).

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