Vídeo entrevista donde el Dr. Pedro J. Marín nos dices las claves para prevenir el dolor lumbar.
- El 80% de la población sufre dolor lumbar en algún momento de su vida.
- Es el mismo efectos en Deportistas y no deportistas…
- Que posturas no son recomendables para evitar el dolor lumbar.
Este vídeo te hará reflexionar y te ayudará prevenir lesiones 👇
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Información Adicional:
Según este artículo, aproximadamente el 80% de la población española ha sufrido o sufrirá a lo largo de su vida al menos un episodio de dolor lumbar. De hecho, en los últimos 30 años, la incapacidad por dolor de espalda se ha convertido en uno de los mayores problemas de las sociedades occidentales.
Por ello, en este artículo vamos a explicar cuáles son los mecanismos de lesión más frecuentes que suelen provocar dolor de espalda, así como los ejercicios que pueden aliviarlo y los movimientos que debemos evitar para no empeorarlo. Todo ello, basándonos tanto en el libro de Stuart McGill “El Mecánico de la Espalda” como en nuestra propia experiencia.
Mecanismos de lesión que pueden provocar dolor
Cuando generamos sobrecargas en los componentes anatómicos de la columna mediante ciertos movimientos desaconsejados, la percepción de dolor aumenta.
A continuación, exponemos las lesiones más comunes que pueden guardar relación con el dolor de espalda.
Protusiones discales:
Las vértebras de la columna se encuentran separadas entre ellas por los discos intervertebrales. Cada uno de estos discos, compuestos de un material gelatinoso, contiene un núcleo pulposo y un anillo fibroso que lo rodea. Cuando se compromete la integridad de alguno de estos discos, se produce una deformación que puede generar presión sobre un nervio, desatando un proceso inflamatorio. Esto da lugar a dos patrones de inicio del dolor: uno de inicio lento que se asocia a movimientos de flexión de columna como sentarse y otro agudo, con un dolor punzante, asociado a movimientos donde nos inclinamos hacia delante. Las crisis agudas, comúnmente, suelen durar alrededor de 2 semanas.
Aplastamiento discal:
En el momento en que la columna sufre una compresión excesiva, los discos intervertebrales no pueden realizar su función amortiguadora y las vértebras son más propensas a sufrir microfracturas, corriendo el riesgo de que se rompa la placa terminal del disco intervertebral (capas cartilaginosas que se encuentran en la parte inferior y superior del disco). Si se produce una fisura lo suficientemente grande, el núcleo pulposo puede salir de su lugar y verterse sobre la vértebra, dando lugar a que el disco pierda espesor y provocando una respuesta inflamatoria dolorosa dentro de la vértebra.
Espondilolistesis:
Esta hace referencia a cuando se produce un deslizamiento de una vértebra sobre otra, generalmente la superior sobre la inferior, a causa de una fractura de una vértebra. Cuando esto sucede, el dolor producido suele ser continuo, siendo el movimiento de extensión lumbar el que provoca una mayor irritación y, por tanto, puede despertar un dolor considerable. Las fracturas que dan lugar a este tipo de lesión están asociadas a la realización de excesivas flexiones y giros en la columna vertebral, llevando el raquis a rangos de movimiento máximos.
Ciática:
Se trata del dolor que, pese a originarse en la columna vertebral, se percibe desde el glúteo hasta la parte posterior de la pierna. De hecho, el nervio ciático se localiza en las raíces nerviosas que salen de las vértebras L4/L5 y L5/S1. La ciática es el resultado de la irradiación de una raíz nerviosa lumbar. En jóvenes, generalmente, tienen su origen en una compresión atribuida a una protusión discal. Sin embargo, en mayores, suelen estar producidas por protuberancias óseas conocidas como osteofitos o calcificaciones.
Estenosis:
En este caso, se produce un estrechamiento de los canales de la columna por los que viajan los nervios, dando lugar, generalmente, a una inflamación del nervio ciático. Esto puede deberse a protusiones, artrosis ósea o incluso a una hipertrofia de los ligamentos de la columna.
Inhibición muscular:
El dolor de cadera y espalda tiende a generar una sensación de inmovilidad. Esto provoca que ciertos grupos musculares se inhiban y que, por el contrario, otros se activen en exceso y permanezcan tensos. Frecuentemente observamos como las personas que sufren dolor de espalda presentan un glúteo inhibido al tiempo que su psoas-iliaco se encuentra sobreexcitado.
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