Entrenamiento Funcional ISAF – La formación que no te dejará indiferente.

Conoce los aspectos fundamentales que hacen destacar nuestra visión del entrenamiento funcional.

Índice de contenidos:

  1. ¿Qué se entiende por entrenamiento funcional?
  2. ¿Cómo es el entrenamiento funcional que se imparte en ISAF?

  1. ¿Qué se entiende por entrenamiento funcional?

Cuando se oye hablar de entrenamiento funcional, lo primero que viene a la mente es Crossfit, metodología de la que hemos hablado en este o este otro artículo.

Sin embargo, la visión de ISAF acerca del entrenamiento funcional es muy distinta, fruto de la influencia de los profesores y colaboradores, la experiencia práctica y la continua comprobación mediante métodos de evaluación con evidencia científica.

  1. ¿Cómo es el entrenamiento funcional que se imparte en ISAF?

En el año 2010, Instituto ISAF desarrolló y registró el método EFAR, acrónimo de Entrenamiento Funcional de Alto Rendimiento. Se trata de un sistema de entrenamiento adaptado tanto al incremento del rendimiento deportivo como a la mejora de la salud y el desempeño de las tareas de la vida cotidiana, caracterizado además por una precisa adaptación de la actividad física en base a múltiples variables como:

  • El desarrollo específico de cada capacidad física.
  • La corrección de los desequilibrios y descompensaciones.
  • El análisis del somatotipo del cliente o deportista.
  • La planificación en base al nivel de este y sus objetivos.

Analizando en profundidad nuestra filosofía de entrenamiento funcional, debemos recalcar tres aspectos fundamentales:

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  • Consideramos ejercicio funcional a todo aquel que mejora la función.

Mucha gente piensa que los ejercicios multiarticulares son más funcionales y que los analíticos. Nosotros, en cambio, creemos que la funcionalidad reside en el sujeto al que entrenamos, no en las herramientas que utilizamos para ello.

En realidad, en mayor o menor medida, todos presentamos déficits, tanto deportistas (las descompensaciones propias de su deporte) como sedentarios.

Si visualizamos el movimiento como una cadena, el eslabón débil sería la disfunción y el ejercicio funcional la herramienta que lo detecta y corrige. Es por ello que antes de ejecutar ejercicios en los que intervenga la cadena completa (movimientos multi y poli-articulares), hemos de reforzar los eslabones débiles para que esta no se rompa.

Por ejemplo, si hablamos de entrenamiento funcional y zona abdominal, probablemente nos vengan a la mente multitud de ejercicios isométricos.

Sin embargo, en ISAF consideramos que, ante un cliente o deportista con dificultades a la hora de activar la musculatura abdominal, las primeras etapas deben contener ejercicios analíticos dinámicos donde, además, haremos hincapié en la respiración.

Una vez superada esta fase, iremos progresando tanto a ejercicios isométricos como movimientos donde se integre la acción estática y dinámica de dicha musculatura, con diferentes patrones respiratorios (si quieres saber más sobre el entrenamiento de la zona media visita este artículo).

  • No existe una herramienta ideal. Todo depende del contexto.

Kettlebell, trabajo en suspensión (TRX y anillas), bandas elásticas, poleas, peso libre, el propio peso corporal, …, la elección de la herramienta depende de las características del cliente o deportista, sus objetivos y de las capacidades que pretendemos desarrollar.

En base al último aspecto, hay herramientas que se adaptan mejor a unas capacidades a desarrollar que a otras. De ahí que nuestro método de trabajo incluya todas las mencionadas e incluso se mantenga abierto a incorporar cualquier dispositivo que lo enriquezca todavía más.

  • Cada capacidad a desarrollar tiene una respuesta fisiológica específica, de ahí que siempre intentemos medirla.

La medición del lactato sanguíneo es una forma precisa de confirmar qué sistema energético predomina durante un entrenamiento determinado. Además, si conocemos cuál es la intensidad, duración y las pausas de recuperación a la hora de estimular un área fisiológica específica, podemos planificar los entrenamientos sin temor a que los estímulos sean inespecíficos (que estimulemos otras áreas) o qué el estímulo de unas áreas perjudique el trabajo de otras.

Por consiguiente, la metodología de entrenamiento funcional de ISAF se apoya firmemente sobre la fisiología, hecho que garantiza el éxito de todos los alumnos que la utilizan.

Para concluir, en los últimos años, el método EFAR ha sido llevado a la práctica por nosotros mismos en sujetos no deportistas gracias un servicio presencial de Entrenamiento Funcional Personal llamado Fórmula ISAF: un sistema de valoración, entrenamiento y nutrición adaptado a cada perfil, fundamentado en todo el conocimiento fruto de más de 25 años como entrenadores y formadores de entrenadores.

¿Te gustaría convertirte en un experto en Entrenamiento Funcional? No esperes más y obtén el conocimiento necesario para ser infalible.

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