Además, conoce los detalles y funciones de cada uno de ellos.
Índice de contenidos
- El hueso más largo del cuerpo humano
El hueso más largo del ser humano es el fémur. Este hueso se ubica en las piernas, concretamente en la parte superior de ellas, en el muslo.
El fémur es un hueso que no sólo es largo, también es muy resistente, muy voluminoso y normalmente su longitud corresponde a más del 25% de la altura de un ser humano. Sin embargo, este porcentaje puede variar dependiendo del género de la persona y también de su origen étnico.
Las partes del fémur son las siguientes:
Diáfisis: es la parte central del hueso, con forma alargada y cilíndrica. El fémur no es el único hueso que tiene diáfisis, también tienen, por ejemplo, la tibia y el peroné.
Epífisis (superior): uno de los extremos, que se articula con el cóccix.
Epífisis (inferior): otro de los extremos, en este caso el inferior, que se articula con la tibia.
En cuanto a la función del fémur podemos decirle que es el hueso que tiene la función de adherir todos los músculos que trabajan fuerza sobre las articulaciones de la cadera y la rodilla.
- El hueso más pequeño del ser humano
El hueso más pequeño del cuerpo es el estribo. Es un hueso que mide alrededor de los 3 milímetros y se encuentra en el oído.
Este hueso forma parte de la cadena de los osículos del oído, responsable de la audición de las personas que trabajan adecuadamente.
La función del estribo es clave en la transmisión del sonido porque es responsable de ‘llevarlo’ desde el tímpano al oído interno. Sin él no se transmitirían las vibraciones sonoras para que la audición de la gente funcione de forma correcta.
El nombre de este hueso, «estribo», es porque tiene un parecido muy razonable con el estribo de un jinete, es decir, con las piezas usadas por los jinetes para adaptarse a sus pies y montar cómodamente.
- Conclusión
Ahora que sabes cuáles son los huesos más grandes y más pequeños del cuerpo, en ISAF , estamos seguros de que te has dado cuenta de la pequeña importancia del tamaño de estos, porque cada uno de los huesos que componen el cuerpo del ser humano tiene una función muy importante, como ocurre con el que acabamos de ver: el hueso de 3 milímetros capaz de hacer que el proceso de oído trabaje.
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