Objetivo
Proporcionar al deportista, entrenador personal, preparador físico o profesional del ejercicio un conjunto de herramientas prácticas, objetivas y respaldadas por la evidencia científica, que permitan evaluar de forma precisa el progreso del cliente o atleta, ajustar estratégicamente la programación de entrenamiento y fortalecer la comunicación profesional. Todo ello con el fin de asegurar un proceso de acompañamiento continuo, efectivo y adaptado a las necesidades individuales.
Cómo medir el progreso
Medir el progreso es fundamental para validar la efectividad del plan de entrenamiento y nutrición, detectar estancamientos y reforzar la motivación del cliente. Se recomienda utilizar una combinación de medidas objetivas y subjetivas, repetidas con una frecuencia estandarizada (cada 4 semanas, por ejemplo).
Circunferencias corporales

Peso corporal
- Tomarlo en ayunas, tras ir al baño, 1–2 veces por semana.
- Lo importante no es el número puntual, sino la tendencia media semanal.
- Usar aplicaciones o hojas Excel para visualizar el cambio.
Fuerza y rendimiento
Registrar la progresión de las principales variables en los ejercicios principales:

Fotografías comparativas
- Ideal: frente, perfil y espalda con luz natural, siempre mismo lugar.
- Sin filtros, mismos ángulos, mismos días (ej. cada 4 semanas).
- Más efectivo que el espejo para evaluar la composición corporal y la simetría.
Ajustes del programa de Entrenamiento
¿Cómo saber si el programa está funcionando?

Registro del entrenamiento, fatiga y recuperación
El registro es una herramienta esencial para el control del progreso. Recomendamos usar hojas de cálculo, apps o cuadernos físicos que incluyan:
Variables de registro diario:
- Ejercicios.
- Carga utilizada.
- Repeticiones realizadas.
- RPE o RIR.
- Notas técnicas (tempo, técnica, molestias).
Indicadores de fatiga/recuperación:
✅ Una puntuación baja constante indica necesidad de ajuste (bajar volumen, incluir deload, mejorar sueño/nutrición).
Apuntes para entrenadores
- Medir el progreso de la hipertrofia muscular es tan importante como entrenar y alimentarse bien. Como entrenador, tu trabajo no termina al entregar una rutina: comienza cuando evalúas cómo responde el cuerpo del cliente. Para ello, debes contar con herramientas prácticas, objetivas y fáciles de aplicar, que te permitan ajustar el plan con criterio y sostener los resultados en el tiempo.
- Utiliza mediciones simples pero efectivas: circunferencias, peso, fuerza en ejercicios clave, fotos y percepciones del cliente. Registra todo en formato digital o físico y analiza tendencias, no solo datos aislados.
- Aprende a interpretar señales como estancamientos, fatiga excesiva o cambios en la composición corporal, y haz ajustes estratégicos de una variable a la vez. Así evitas retrocesos y potencias cada fase del proceso.