¿Qué es la tendinitis?
En ISAF como expertos en formación deportiva nos vemos muy a menudo con lesiones de tipo muscular y tendinosas como por ejemplo la tendinitis. Esta lesión es muy común y se da cuando un tendón se inflama debido a la sobrecarga o el uso excesivo. Los tendones son tejidos conectivos que unen los músculos a los huesos. Son fuertes y resistentes y están compuestos por fibras de colágeno, proteínas y células que ayudan a mantener la estructura y la función del tendón. Las fibras de colágeno son las principales componentes de los tendones y le brindan su resistencia y capacidad para soportar tensiones repetitivas. Además, los tendones contienen pequeñas fibras de proteínas, como la elastina, que les permiten estirarse y contraerse en respuesta a los movimientos musculares. Las células, llamadas células tendinosas, producen y mantienen la matriz extracelular del tendón y suelen ser muy activas en la cicatrización de las lesiones tendinosas.
Sin embargo, a medida que envejeces o realizas actividades repetitivas, los tendones pueden sufrir microdesgarros y acumular daño. La inflamación puede ser el resultado de una lesión aguda o de un uso excesivo y repetitivo. La tendinitis también puede ser el resultado de una afección médica subyacente, como la artritis o la enfermedad de la tiroides.
En algunos casos, la tendinitis puede ser causada por una mala técnica o postura durante el ejercicio, lo que puede sobrecargar y dañar el tendón. La falta de fortalecimiento adecuado de los músculos y tendones también puede contribuir a la tendinitis, ya que los músculos debilitados pueden sobrecargar los tendones y causar daño.
Además, algunos factores de riesgo, como la edad, la obesidad, la falta de flexibilidad y la inactividad física, pueden aumentar la probabilidad de desarrollar tendinitis. Por estas razones, es importante trabajar con un profesional de la salud para determinar la causa subyacente de la tendinitis y desarrollar un plan de tratamiento adecuado.
¿Cómo puedo prevenirlas?
- Realizar ejercicios de fortalecimiento muscular regularmente para ayudar a prevenir la tensión repetitiva en los tendones.
- Hacer estiramientos regulares para ayudar a mantener la flexibilidad y reducir el riesgo de lesiones.
- Mantener una buena postura al realizar actividades diarias y deportes para reducir la tensión en los tendones.
- Asegurarse de realizar la técnica correcta al hacer deportes o actividades físicas para reducir la tensión repetitiva en los tendones.
- Evitar o limitar la actividad que ha causado la tendinitis o que podría empeorarla.
- Mantener un peso saludable para reducir la tensión en los tendones durante la actividad física.
- Realizar ejercicios de calentamiento antes de realizar actividades físicas para preparar los músculos y tendones para la actividad.
- Tomarse tiempo para descansar y recuperarse adecuadamente después de la actividad física o deportiva.
¿Cuáles son los síntomas?
- Dolor e hinchazón localizado en el área afectada del tendón, especialmente durante o después de una actividad que implique el uso repetido del tendón.
- También se puede producir dolor o molestia al tocar o al presionar sobre el área afectada.
- Debilidad muscular durante los movimientos que requieren el uso del tendón afectado.
- Limitación de la amplitud de movimiento y dificultad para mover el tendón afectado.
- Crepitación o chasquido al mover el tendón afectado.
Es importante destacar que estos síntomas pueden ser graduales y progresar con el tiempo si no se trata adecuadamente. Por lo tanto, es importante buscar atención médica si se experimentan síntomas persistentes o empeoramiento de los síntomas.
¿Qué tipos de tratamiento hay?
Esto depende de la gravedad y la ubicación de la lesión, así como de los factores individuales del paciente, como la edad y la salud general. Sin embargo, aquí hay algunos de los tratamientos más comunes para la tendinitis:
- Es importante dejar descansar el tendón afectado y reducir o evitar la actividad que ha causado la tendinitis. Esto ayuda a reducir la inflamación y el dolor.
- Un terapeuta físico puede recomendar ejercicios y estiramientos para fortalecer el tendón y reducir la tensión repetitiva.
- Un fisioterapeuta puede proporcionar terapias manuales y electroterapia para reducir la inflamación y mejorar la movilidad.
- Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden ayudar a reducir la inflamación y el dolor.
- En casos graves, es posible que se administren inyecciones de corticosteroides directamente en el tendón para reducir la inflamación y el dolor.
- Un terapeuta ocupacional puede proporcionar asesoramiento y ayuda para modificar las actividades diarias para evitar la tensión repetitiva en el tendón.
- En casos graves, es posible que se requiera cirugía para reparar o reemplazar el tendón dañado.
Es importante destacar que el tratamiento más efectivo suele ser una combinación de estos tratamientos y que el plan de tratamiento se debe personalizar según las necesidades individuales del paciente.
¿Cuáles son las tendinitis más comunes?
- Codo de Tenista o Epicondilitis lateral: Este trastorno se produce por la tensión repetitiva en los músculos y tendones extensores del antebrazo, localizados en el codo.
- Codo del Golfista o Epicondilitis medial: Esta lesión es resultado de la flexión forzada de la muñeca que puede dañar los tendones que se insertan en el codo.
- Tendinitis del manguito de los rotadores: Se trata de una patología que se caracteriza por la inflamación de la cápsula del hombro y los tendones relacionados.
- Tendinitis de De Quervain: Es una forma frecuente de tenosinovitis que se produce por la inflamación de la vaina tendinosa de los tendones del pulgar.
- Dedo en resorte o pulgar en resorte: Se refiere a una tendinitis en la que la vaina del tendón se inflama y se engrosa, limitando la capacidad de extender o flexionar sin dificultad el dedo o pulgar afectado. El dedo o pulgar puede bloquearse o moverse de forma repentina.
- Tendinitis aquílea: Es una inflamación del tendón de Aquiles, que conecta los músculos de la pantorrilla con el talón. Puede ser causada por la pérdida de flexibilidad debido a la edad, o por la práctica excesiva de deportes como el running con una técnica incorrecta, calzado inadecuado o sobrepeso.
- Tendinitis rotuliana: Es un proceso inflamatorio del tendón rotuliano y su vaina que produce dolor, inflamación e impotencia funcional. Está estrechamente relacionado con la actividad física.
Estos son solo algunos ejemplos de las tendinitis más comunes. La forma en que se produce la tendinitis y la gravedad de los síntomas pueden variar de una persona a otra, y pueden depender de muchos factores, incluyendo la edad, la salud general y la actividad física. Por lo tanto, es importante trabajar con un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.