La hidratación de un atleta depende en gran medida de su tasa individual de sudoración y la duración del ejercicio, entre otros factores.
La hidratación de un atleta depende en gran medida de su tasa individual de sudoración y la duración del ejercicio, entre otros factores.
El agua es la biomolécula más abundante; todos los seres vivos precisan de ella. La inmensa mayoría de las reacciones bioquímicas se desarrollan en un medio hidratado y obedecen a las leyes fisicoquímicas de las disoluciones acuosas. Aunque es posible resistir algunas semanas sin comer, sólo se puede sobrevivir durante pocos días sin agua. Una adecuada hidratación es imprescindible para el mantenimiento de la salud y para un óptimo rendimiento deportivo.
La evidencia científica nos ha demostrado, en forma contundente, que tanto la deshidratación como el calor, pueden generar deterioros marcados sobre la salud y el rendimiento. Si se combinan ambos factores, se agrava la situación.